En general, el proceso de sucesión intestada en Perú puede demorar más de cuatro meses dependiendo de varios factores, como la complejidad del patrimonio, la obtención de documentos necesarios, la colaboración de los herederos, entre otros. Sin embargo, en condiciones normales, el proceso ante una notaría debería ser más ágil y no debería extenderse excesivamente más allá de ese plazo, siempre que no haya conflictos o complicaciones.
¿Es normal que una sucesión intestada demore más de cuatro meses?
Aunque la sucesión intestada notarial es generalmente más rápida que la judicial, en algunos casos puede demorarse más de lo esperado. Algunas razones comunes de retraso incluyen:
- Falta de documentación completa: Si no se presentan todos los documentos necesarios o si hay documentos difíciles de obtener (como partidas de nacimiento, defunción, testimonio de propiedad, etc.), el proceso puede alargarse.
- Falta de colaboración entre los herederos: Si hay desacuerdos o falta de disposición de los herederos para firmar o aportar los documentos requeridos, esto puede retrasar el proceso.
- Complejidad del patrimonio: Si el fallecido tenía un patrimonio grande o complicado (con propiedades en varias zonas del país, por ejemplo), el proceso puede extenderse más tiempo debido a la gestión y verificación de los bienes.
- Carga de trabajo de la notaría: Dependiendo de la notaría, el proceso puede demorar más si el volumen de casos que manejan es alto.
¿Qué medidas puedes tomar si la notaría demora más de lo esperado?
Si consideras que la notaría está demorando innecesariamente el proceso de sucesión intestada, puedes tomar las siguientes medidas:
Solicitar información detallada: Lo que debes hacer es comunicarte con la notaría para preguntar sobre el estado del trámite. Solicita detalles sobre los motivos del retraso y cuándo se espera que se finalice el proceso. Si se están presentando demoras, la notaría debe informarte sobre los motivos.
Conclusión
En resumen, una sucesión intestada debería concluir en un plazo razonable (generalmente entre 2 y 4 meses), aunque en algunos casos puede demorar más. Si la notaría está retrasando excesivamente el trámite sin justificación, puedes tomar medidas como solicitar información detallada, pedir un plazo fijo, buscar asesoría legal o incluso presentar una queja ante la autoridad competente.